"En el café de la juventud perdida" Patrick Modiano



  • Título original: Dans le café de la jeunesse perdue
  • Autor: Patrick Modiano
  • Traducción al castellano: María Teresa Gallego Urrutia
  • Género: Narrativa
  • Editorial: Anagrama
  • ISBN: 978-8433974860



 Creo que hasta ahora no había leído nada de Patrick Modiano, ganador del Nobel de Literatura en 2014. No tenía ningún interés especial en conocer su obra, ni habían llegado a mí referencias lo suficientemente poderosas como para animarme a ello, pero gracias al Club de lectura presencial al que acudo cada semana he devorado este título tan sugerente y puedo decir que no será lo último que lea de este autor.

Quien espere encontrar en esta corta novela (131 págs.) una historia al uso con su correspondiente introducción-nudo-desenlace, que ni siquiera lo intente. No hay trama, no hay acción, realmente no pasa nada, aunque se habla de muchas cosas. 
Es cierto que hay cierto halo de misterio en torno al personaje femenino principal (Louki), pero creo que ese misterio es la excusa que te mantiene más atada aún al libro con la esperanza de saber "qué pasa"

La historia de desarrolla en en la década de los años sesenta del pasado siglo. El lugar: París. Un París tan bien descrito, tan detallado, que da la sensación de tener delante de los ojos no palabras, sino fotografías de esas calles, plazas, distritos, hoteles,cafés, etc.

Modiano utiliza una prosa deliciosa, sencilla, asequible y muy descriptiva, muy sensorial. Esto es bueno, gusta, no da una impresión de mala literatura, es fácil leerlo y te invita a la precipitación, a leer rápido. Esta invitación a leer rápido también viene dada por lo que comentaba antes: la necesidad de SABER, pero cometeríamos un error si nos dejáramos llevar, ya que el texto dice más de lo que cuenta. El autor va soltando pequeñas migas de pan a lo largo de sus páginas, y corremos el peligro de que nos pasen desapercibidas.

La obra está escrita como una novela coral. Muchos son los personajes que aparecen, incluidos algunos tan intangibles, pero muy presentes, como la soledad, el desencanto, la melancolía y la memoria.

A través de las voces de cuatro personas, siempre en pasado (diferentes pasados) y siempre en primera persona, vamos juntando las piezas de un puzzle que nos darán como resultado fragmentos de la vida de Louki, en torno a la cual gira toda la narración.

Un estudiante sin nombre que, a mí me ha dado la sensación, siente un enamoramiento platónico por la protagonista; un detective al que contratan para encontrarla y que igualmente se siente atraído por ella más allá de su trabajo; un compañero sentimental con el que comparte horas de "vagabundeo" por París y la propia Louki son las cuatro voces que nos hablan, no solo de la vida de esta última -cada uno desde su punto de vista- sino de un sinfín de temas que son la verdadera esencia que quiere transmitir esta novela. 
A través de estas voces conoceremos (o eso nos harán creer) a una chica desubicada, vacía y sola con una necesidad imperiosa de comenzar desde cero una y otra vez. 
Todos los personajes tienen sus fantasmas, sus secretos, su lado oscuro, y es muy interesante "componerlos" desde los diferentes puntos de vista de cada uno de ellos.

Otro de los temas principales es la necesidad que tenemos de "Puntos Fijos", de los vínculos que necesitamos todas para "agarrarnos al suelo". Esos lugares, personas, emociones... que nos sirven de brújulas para no perdernos o para encontrarnos, para encontrar nuestro lugar y el sentido de nuestra vida.

El café que da título a la obra, el café de la juventud perdida -tendréis que leerlo para saber por qué ese sobrenombre- es el Café Le Condé, que no deja de ser otro "ente" en torno al cual gira gran parte de la historia. En este café se reunen estudiantes jóvenes, escritores, médicos... se respira y se vive un ambiente bohemio y sirve de refugio y escapatoria de sus vidas y secretos.

Esta lectura me ha hecho volver a una pregunta reincidente ¿Existe una sola verdad? ¿La verdad es lo que yo veo, lo que tú ves o lo que ve una tercera persona? ¿Llegamos a conocer al cien por cien a las personas que creemos conocer?

Me ha gustado mucho. Es un libro para leer despacio, para releer más despacio aún y para saborear la desazón con la que se lee y que deja tras cerrarlo.

Dijo Patrick Kéchichuan que este es "Un libro urdido en la frontera entre la luz y la oscuridad" y yo no puedo estar más de acuerdo y recomendarlo. 

Comentarios

  1. En estos tiempos en los que lo único que me apetece es leer con calma, creo que este libro sería buen compañero. Me atrae lo de las imágenes de París. Gracias, Veda, por compartir y enriquecerme con tus reseñas. Un abrazo, guapa!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, como siempre, a ti. No dejes de comentarme qué te parece cuando lo leas
      😘

      Eliminar
  2. Me gusta leerme. Me recreo en los libros mientras lo hago. Gracias por compartir tus lecturas, Veda. Sigue así.

    ResponderEliminar
  3. También lo leí para mí club de lectura.
    Me hizo recordar mucho a Rayuela por esta reunión de artistas, aunque Paris, es una ciudad donde es imposible no dejar que el arte forme parte de tu vida.
    El libro me gustó más por las descripciones de los lugares parisinos que por la historia en si. Leeré otro libro de Modiano para hacerme una idea más acabada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Genial! Gracias por compartir tu opinión sobre este libro. No dejes de recomendarme (o no) lo que leas de Modiano 😘

      Eliminar
  4. Qué ganas de leerlo, pero por el mismo motivo que comenta Ángel, por lo bien que lo describes. Aún no he leído nada de Modiano y creo que tengo algún pendiente por ahí. Quién sabe si me animaré o no, de momento no me atrae más que por tu reseña.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! No es un libro para todo el mundo, pero si te animas con éste o cualquier otro del autor, no dejes de comentarnos. Otro abrazo de vuelta 😘

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"La mujer helada", Annie Ernaux

"En la unión está la fuerza. Una historia de gallinas", Laurent Cardon

"Tierra sin hombres", Inma Chacón