"La mujer helada", Annie Ernaux

  •  Título original: La femme gelée (1981)
  • Autora: Annie Ernaux
  • Traductora: Lydia Vázquez Jiménez
  • Género: Narrativa
  • Editorial: Cabaret Voltaire (2015)
  • ISBN: 978-8494443404

Narrada en primera persona, y con un estilo muy peculiar al que al principio me costó cogerle el punto, vamos a conocer la historia de una "mujer helada". Una novela autobiográfica.

Es un libro sin capítulos, todo él escrito con frases muy cortas, sin diálogos, donde todo transcurre con la velocidad y el desorden de los pensamientos y recuerdos de la protagonista, y que nos narra las vivencias de una infancia en una familia que nada tenía que ver con las tradicionales de la época (Ernaux nació en 1940).
 
Su madre no era la típica ama de casa, regentaba un negocio, le daba igual tener las camas sin hacer, le metió en el mundo de los libros y le repetía incansablemente que tenía que ser independiente y vivir la vida, no perseguir el sueño que se suponía destinado a las mujeres: casarse y tener hijos, quedarse en casa, asumir el papel de cuidadora. 
 
Su padre cocinaba, fregaba, la recogía en la escuela. No, su familia no era como las demás y a ella no le parecía ni mal ni bien, nunca se lo planteo ni le avergonzó. Pero a medida que va entrando en la adolescencia empieza a dejarse arrastrar por los estereotipos y roles de género que marcan la sociedad y el entorno  que le rodea, acabando donde nunca deseo: en una vida llena de insatisfacciónes donde su identidad se borra para ser lo que se espera primero de una "mujercita", después de una "jovencita" y finalmente en una "mujer" o más bien lo que se entiende por una "mujer de verdad": la madre y esposa que corresponde y que renuncia a todo por su familia. 

Me ha gustado mucho cómo la autora nos va mostrando todas esas influencias que recibimos las mujeres y que nos empujan a cumplir con las convenciones sociales en detrimento propio. Cómo ya desde niñas la sociedad nos inocula el papel que por ser mujer nos corresponde. Me gusta cómo expone el machismo desde los ojos de esa niña-joven-mujer, cómo la protagonista se da cuenta de las diferencias injustas entre hombres y mujeres y cómo le afectan a ella personalmente y a su manera de ver el mundo, enfrentarse y amoldarse a él.

La prosa de Ernaux me ha parecido bellísima: metáforas y poesía se mezclan con frases punzantes, concisas y claras; la naturalidad con la que se expone el deseo, el sexo, el descubrimiento del cuerpo (el propio y el ajeno), las frustraciones y las insatisfacciones... Una novela en la que me costó entrar (creo que por empezarla en plenas fiestas y con la cabeza en otros asuntos) pero que una vez entré me atrapó hasta el final pese a saber de qué me iba a hablar y no tener sorpresas a vuelta de hoja.

Uno de los puntos fuertes de esta novela creo que es lo sencillo que nos va a resultar empatizar y sentirnos identificadas -como mujeres- con la protagonista en muchos momentos de la narración, a pesar de los diferentes momentos históricos que nos ha tocado vivir. Es una novela que nos va a dar un bofetón en la cara al demostrarnos todo lo que aún falta por avanzar en la ruptura de roles de género que nos adjudican a las mujeres el papel de cuidadoras. El lugar de desventaja que seguimos ocupando frente a los hombres a la hora de decidir cómo y cuándo encaminar nuestros pasos hacia nuestros deseos y aspiraciones. La sumisión (sí, sumisión) y abnegación que se espera de nosotras.



 

Comentarios

  1. A mi me llama mucho la atención, lo poco que hemos avanzado; que nos parece mucho, si, pero en lo subliminal, muy poco. Y tal vez es desde ahí desde dónde hay que cambiar aún muchas cosas: en el mundo de los supuestos, de las ideas preconcebidas, etc.
    Para mi es una obra magnífica porque es un retrato sublime del papel de la mujer en la sociedad nuestra. Y el título me parece muy, muy preciso. Al leerla me surgió la duda de qué pensaría un hombre sobre la obra. Del único que tengo constancia, sé que le pareció más una novela y que no le llegó mucho.

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    1. Coincido contigo. También creo que sería interesante contar con el punto de vista de algún hombre, de hecho con el punto de vista de varios de distintas generaciones. Aunque también me gustaría contar con el de diferentes mujeres de diferentes generaciones 😅. Sin duda es un buen libro para debatir y rascar. Lo voy a proponer para mi club de lectura en el que hay personas de ambos géneros y más de una generación (3 exactamente).
      Gracias por la idea!

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    2. Me estoy poniendo al día con tus entradas, Veda. Este es de los que me apetece leer, pero un par de cosas sobre él.

      La primera, coincido con vosotras en que se agradecen opiniones de personas a las que podría no estar dirigido el libro y muy interesante lo de mujeres de otras generaciones.

      La segunda, tu entrada me ha recordado una anécdota que ha venido a mi mente un par de veces más en las últimas semanas por otras conversaciones. Una amiga mía (más joven que yo, por cierto) que me decía que ya me entrarían ganas de ser madre cuando conociera al hombre adecuado... Ehh, perdona? Qué más voy a decir, mucho debemos cambiar, no hemos avanzado tanto como parece y creo que vamos en regresión.

      Un abrazo a las dos.

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    3. Muy fuerte lo que cuentas...pero es así, aún hay personas que le presuponen tal poder a los hombres sobre las mujeres que hasta las ganas de ser madre dependen de uno de ellos. Y bueno, eso también me recuerda que incluso a mucas lesbianas, en algún momento de nuestra vida, le han "echado la culpa" de nuestra orientación afectivo-sexual a no haber practicado sexo (estoy siendo correcta en la forma de hablar) con el hombre adecuado...mucho por hacer, sí

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  2. No tengo el mismo punto de vista d la autora, ni de quienes le han dado el Nobel, en parte político, ni d las personas q opinan.
    Sé q somos cientos d millones los q creemos en lo q ustedes no comprenden, dado q niegan un Plan y Diseño d un Creador, es perfecto. Se requiere respeto, fe y se manifiesta El Espíritu y La Verdad. Para cerrar ahí también se encuentran La Libertad (no del liberalismo) y el Amor (q no es solo físico).
    Nada contra ustedes, no obstante, sus ideas son inviables en términos d Ir Más Allá y Trascender.

    Tienen derecho a no creer. Lo último, o lo primero, sin inducir o sin ser inducido /a, simplemente observen La Naturaleza.

    Son amadas, no lo olviden.

    Saludos desde el fin del mundo (caído) IX Región d La Araucanía, d un hombre q cree (no sin argumentos y con algunas experiencias inverosímiles d orden espiritual y vivencial) en una Nueva Tierra y en La Resurrección.

    Pd. Recomiendo a Tolstoi, León

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    1. Es curiosa la recomendación de Tolstói, quien dejó de comer carne por empatía, y a la vez aluda a la naturaleza. Siendo, a su vez, la naturaleza un concepto burgués pues la humanidad surgió de ella y se ha ido alejando paulatinamente de esa esencia natural. Sin embargo, toda evolución conlleva adaptaciones. Lamentablemente, instituciones religiosas han tratado de doblegar, durante siglos, a la sociedad, haciendo a unos poderosos y a otras dominadas. Pero no se engañe, el objetivo es ahorrarse la mitad del trabajo para dominar a la humanidad al completo, incluidos ustedes. Abra usted los ojos y escuche realmente a la naturaleza, que no le digan lo que tiene que pensar. Y, por favor, no vaya diciendo por ahí a nadie que sus ideas son inviables, es casi un oxímoron y además de vergüenza ajena me lo imagino a usted en taparrabos, en plena ciudad, abrazando una supuesta naturaleza.

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