"Gorda y fea", Marie-Noëlle Hébert

  • Título: Gorda y fea
  • Autora: Marie-Noëlle Hébert
  • Género: Novela gáfica
  • Editorial: Pepitas de calabaza
  • ISBN: 978-8417386276

Llega el verano y la angustia de las personas que tenemos un problema con nuestro cuerpo se acentúa. Llega el verano y los mensajes sobre aceptación y superación también se multiplican, porque somos conscientes de esa no-aceptación y algo hay que hacer, pero esos mensajes son un arma de doble filo (al menos para mí): nos recuerdan ese odio que nos tenemos.

Siempre he sido (que no he estado) gorda. Salvo épocas contadas en las que solo he sido “rellenita” me recuerdo siempre gorda. También recuerdo mis complejos y lo que en mi casa y entorno se hacía a favor de ellos. «Mete tripa, ponte derecha, saca pecho, no comas más, tienes que adelgazar, te hemos apuntado a atletismo a ver si así…». Pasas tu infancia y preadolescencia comparándote (y escuchando cómo te comparan, literal) con personas que tienen un cuerpo normativo y llegas a la conclusión de que sí, que eres tú la que falla. Entras en la adolescencia, con esa revolución hormonal acompañada de ese deseo de que te acepten y de gustar, y la cosa se complica aún más. Es una etapa difícil, para todas, para las gordas aún más «quién te va a querer así; quién me va a querer así; no te preocupes yo te quiero “a pesar de todo”; ¿Verónica? Sí, la gordita; qué pena, con lo guapa que eres, no enseñes esas piernas; no vayas tan ceñida, usa ropa negra…»

Llegas a adulta y ya no hay nada que hacer. Ya no puedes dejar de compararte con todo lo que la sociedad pone delante de tus ojos como lo “sano, normal y sexi”. Y te odias y no te gustas y no te quieres mirar al espejo y no te pones un bañador (menos un bikini) y lo mismo te da por hacer regímenes absurdos, como que te atiborras sin hambre por pura ansiedad, y ya sabías que eras gorda, pero es que además eres fea. Y los médicos no te hacen caso porque en cuanto te ven lo achacan todo a tu peso. No encuentras ropa que te favorezca, porque no la hay, no es tu cuerpo, es que no se molestan en hacerla y mucho menos en venderla. Y te preguntas cómo es posible que tu pareja te desee, que le resultes atractiva, que si no será compasión o conformismo o fingimiento o…

Lucho cada día contra esos sentimientos propios y contra los mensajes negativos que vienen de fuera. Me agarro a los positivos y lucho desde ahí. No es fácil, creedme que no lo es. Hay días mejores que otros, días incluso en los que me siento guapa, y sexi, y bonita…aunque siga siendo gorda. Pero hay días en los que pienso en cuánto más sencillo sería no haber llegado hasta aquí, no haber entrado en este bucle inducido por todo(s) lo(s) demás y del que cuesta tantísimo salir.

¿El libro? El libro es la historia que os acabo de contar. Mi historia y la de tantas otras, incluida la que la ilustra y escribe. Una historia con principio, pero sin final, porque… seguimos trabajando en ello y necesitamos que las demás estéis a nuestro lado. Y, sobre todo, necesitamos que todo cambie para que la historia no vuelva a empezar en quien es ahora niña/o.

Comentarios

  1. Y la mía, dolorosamente también es la mía. Gracias, Veda, por estar ahí.

    ResponderEliminar
  2. La vida de muchas de nosotras, tal cual. Nos han destruido el ánimo por hacernos pensar la belleza como algo vinculado al peso, cuando no tiene nada que ver. Vivir siempre pensando en "el cuerpo que deseamos tener" en lugar de mirar el que tenemos... Es un trabajo duro el de reencontrarnos, amarnos y vernos deseables, pero merece mucho la pena hacerlo. Y hablar de ello es tan importante. Gracias, Verito. Y una cosa te voy a decir: quien se atreva a decir que eres/pensar/insinuar que tú eres fea lo hará de pura envidia, porque no sólo eres una mujer maravillosa sino también hermosa. Lo tienes todo. Te adoro, amiga.

    ResponderEliminar
  3. Mierda, Vero, me has hecho llorar. Espero que no me censures por haber dicho mierda. Todas y cada una de tus líneas valen para mí. Vi este título en redes cuando lo publicaron y pensé: seguro que se parece a mí. Pero me da miedo leerlo por si se parece a mí y seguro que se parece porque tu reseña la podría haber escrito yo.
    Un abrazo enorme.
    PD Iba a decirte ¿QUIÉNES SON LOS GILIPOLLAS QUE DICEN QUE ERES FEA? Pero entonces pensé que los mismos que me lo han dicho a mí.
    MUAC

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te mando un abrazo grande y el mismo mensaje que me mandáis a mí te lo mando a ti... Ahora solo nos queda creernoslo nosotras mismas igual de clarito que lo creemos deas demás . Requetemuack

      Eliminar
    2. Eso! Pero qué difícil es ese trabajo.

      Eliminar
  4. Cuándo digo que no me interesa el físico de las mujeres que a mí me llama la atención otras cosas menos tangibles,me miran raro.No es una frase hecha,hablar con las personas te dice mucho más que su físico (ésto si que podría ser una frase hecha).

    ResponderEliminar
  5. Vero: leído. Acabé llorando igual que acabé llorando después de leer tu reseña. Maravilloso, pero muy duro. Si le ponen en el campo autora: Cocodras, sería perfectamente creíble.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"La mujer helada", Annie Ernaux

"En la unión está la fuerza. Una historia de gallinas", Laurent Cardon

"Tierra sin hombres", Inma Chacón