"Las aristas de la muerte", Aitor Castrillo
- Título: Las aristas de la muerte
- Autor: Aitor Castrillo
- Género: Narrativa
- Editorial: Beta
- ISBN: 978-8416809998
Bueno, bueno, bueno, menuda sorpresa esta primera novela de Aitor Castrillo.
El
resumen podría ser el de cualquier novela romántica en la que chico
conoce a chica, se enamoran y tienen que luchar por su amor contra
viento y marea para estar juntos. Pero en realidad esas trabas no son
para nada comunes: secuestros, asesinatos, poder, sangre...mucha sangre,
entre otras barbaridades serán los elementos contra los que tendrán que
luchar contra reloj Álvaro y Mónica.
Lo
que empieza como una novela pastelosa (demasiado ñoña para mi gusto,
pero el género romántico nunca ha sido lo mío), acaba inclinándose -y
cayendo sin remedio- hacia una novela policíaca totalmente adictiva,
trepidante y muy bien hilada.
La
narración es súper ágil. El lenguaje está muy trabajado y el autor
introduce una gran cantidad de datos y detalles que, lejos de estar
fuera de lugar y dar la sensación de relleno, enriquecen y dan
credibilidad a la historia.
Es
una novela original en muchos aspectos. La numeración de los capítulos,
por ejemplo, empieza por el final; como si de un partido de fútbol se
tratase la historia comienza con el capítulo 90 y vamos descontando
hasta llegar al 0. También está dividida en dos partes o tiempos, siendo
la segunda parte, para mi gusto, mejor y más lograda, la que me ha tenido
más en vilo y me ha impedido despegarme del libro hasta acabarlo.
También es original (y creo que complicado) el estilo de narración. El autor nos va presentando a los personajes en capítulos cortos; aparentemente éstos no tienen nada que ver los unos con los otros, pero a medida que avanzan las páginas sus vidas se van entrelazando hasta formar la novela coral que es Las aristas de la muerte. Como decía son capítulos cortos, todos narrados en primera persona donde cada personaje -todos bien desarrolados aunque hay algunos más planos que otros y con mayor o menor intervención- van contando los sucesos de una manera lineal. Todos lo cuentan "desde sus ojos", introdiciendo emociones y sensaciones personales, pero la historia no se detiene para que cada uno de su punto de vista del mismo hecho, sino que avanza retomando cada uno donde el anterior (o dos anteriores) dejaron la acción.
Ha habido momentos en la lectura en los que algunas cosas no me cuadraban, no podía entender ciertas incoherencias dentro de un relato tan coherente. Las primeras veces las tomé por fallos en la trama hasta que el propio autor, como si me leyera el pensamiento, me aclaraba las cosas y ponía sobre la mesa la coherencia echada en falta unas cuantas páginas -o párrafos- antes. A partir de entonces me mantenía alerta para que no se me pasase la explicación, porque estaba segura de que llegaría, como así fue todas las veces.
Me ha parecido buenísima la manera de dejarme con la incertidumbre, y hasta sin aliento, al final de muchos capítulos, Aitor demuestra un control sobre el suspense digno de alabanza.
Los giros inesperados, que se dan constantemente hasta el final, también están súper conseguidos. He comentado en otras ocasiones que no llevo nada bien cuando las novelas de este género me resultan predecibles y que, por el contrario, me encanta cuando la persona que escribe me engaña sin mentirme, para que vaya por donde ella quiere y llegue a un punto que ya no sepa ni qué pensar, mucho menos predecir nada. Pues bien, en Las aristas de la muerte el autor me ha engañado más de una vez y me ha dejado, literalmente, con la boca abierta.
Debo decir que no creo que esta novela sea apta para estómagos sensibles, ya que el nivel de violencia y sadismo está justo en el límite de lo Gore. Y digo límite para dejar claro que se queda muy elegantemente sin cruzar la línea.
En esta historia los buenos son muy buenos (está incluso el "bueno-tonto") y los malos son malos de verdad, malos y psicópatas (aunque también hay algún tono de gris). Esos contrapuntos y contrastes entre buenos y malos me han gustado también especialmente.
Hay tres peros que tengo que poner a esta lectura:
1) La historia de amor, aunque en la segunda parte mejora, es demasiado "ñoña". Un amor ciego de esos que todo lo pueden, sin base previa para que resulte creíble y con una cantidad de cursilerías que subieron mi nivel de glucemia hasta el empacho. Ya dije que el género romántico no va nada conmigo.
2) Cada capítulo va acompañado de una cita que, aunque vaya acorde a la historia en general y al capítiulo en particular, a mí me ha sobrado.
3) Hay bastantes tópicos y lugares comunes que, aunque algunos se desmontan, también me han sobrado.
PARA CONCLUIR: Una primera novela genial que promete una buena carrera al escritor. Ojalá pronto otra novela de Aitor.
Una lectura que engancha, sin fisuras, y que te mantiene alerta, sobrecogida y empatizando con los personajes hasta un final que , aunque podría haber sido cualquiera por esa falta de previsibilidad, es un final excelente.
Si los gusta la novela negra/policíaca/thriller no os la podeís perder; y si no odíais el género (aunque no sea vuestro favorito) tampoco; dadle la oportunidad que no os vais a arrepentir.
¡Bien! ¡Otra novela a apuntar a la lista de pendientes!Ya me estaba quedando yo sin lecturas, jajaja.
ResponderEliminarMe apetece muchísimo, así que por descontado la buscaré.
Y, aunque soy de novela negra, de vez en cuando un poco de romanticismo me gusta, no me suele empalagar.
Mil gracias por la reseña, magnífica, como siempre.
Jajajaja, la ñoñería es una parte (pequeña) de toda la historia. Conociéndote te va a encantar 😀
EliminarYa me contarás.
Besos mil y gracias
Jolines, lo tengo en papel y no puedo ofrecerlo para hacer bookring. :(
EliminarSiempre puedes apartarlo para cuando todo esto pase! ¿Lo has leído?
EliminarTodavía no... Tenía varios préstamos que devolver. Y ahora no estoy muy lectora. PEro está a la vista. Cualquier día cae.
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